Hábitos alimentarios
Constantemente se oye en la calle
y en las redes sociales que actualmente las personas tenemos hábitos y manías
poco saludables. Este hecho a largo plazo puede tener grandes repercusiones en
nuestra calidad de vida.
Los niños y niñas deben crecer
siguiendo unas pautas para que interioricen estos hábitos que nos ayudan a
tener una vida más equilibrada. Cómo muchos estudios indican, la alimentación y
la actividad física favorecen el aprendizaje. A continuación, EDUCAROOM nos da unos consejos para aplicar con los más pequeños a la hora de comer.
- Transmitir y mostrar la importancia de una buena alimentación. Descubrir cómo puede afectar a nuestro estado de ánimo y cómo nos ayuda a realizar las diferentes necesidades de nuestro cuerpo. Pueden aprender qué aporta cada grupo de alimentos y lo beneficioso o perjudicial que puede suponer el consumo excesivo de cada uno.
- Ayudar en la cocina les hará partícipes des de un inicio de las distintas comidas y se sentirán más motivados para comer los distintos platos que ellos mismos han preparado. Además, así aprenderán los peligros de la cocina (fuego, cuchillos…) a parte de nociones básicas de cocina.
- Platos divertidos. Comer no tiene que ser un suplicio, sino un momento de placer, diversión y enriquecimiento personal. Hagamos platos creativos y originales, que les motiven a no dejar nada en el plato!
- Otro aspecto fundamental es que no se deben utilizar los alimentos como premios o castigos, al final no querrán comer aquello que relacionen con el castigo y podrían coger traumas.
- Antes de cada comida toca lavarse las manos! Juguemos a ver quien tiene las manos más limpias y relucientes.
- Preparar la mesa puede ser muy divertido. Con un mantel molón o hacer formar con las servilletas puede despertar su imaginación e interés por la hora de comer.
- Hablar y mostrar cariño durante las conversaciones en la mesa es una buena manera para expresar sentimientos y hablar del día a día.
¡Buen provecho!
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